... que el cielo existía. Que llegaría un momento en que me encontraría en verdadera penumbra, y ahí estaba. Lo vi, a solo unos metros de distancia, podía ver su nombre escrito en grande, escuche que los ángeles cantaban y pronunciaban su nombre. Me acerque apresurada y oli el aroma tan delicioso que desprendía.
: los pretzels:
Momentos congelados, figuras inmóviles, emociones atrapadas. El resto es la misma frialdad del fuego del recuerdo. Aura D Rey-King C
jueves, 4 de noviembre de 2010
lunes, 1 de noviembre de 2010
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